domingo, 11 de mayo de 2014

Réquiem por un hombre sustantivo



·          A la memoria de Elio Arias Mariño, maestro de profesores; cuerdo Quijote, siempre con la pluma en ristre en defensa de la cultura cubana y del idioma español.

¿Cómo digo que ha muerto, Profesor, sin que el verbo huya espantado, y la concordancia se arroje a un precipicio, y la conjugación no encuentre el tiempo en el cual situar los hechos?

¿Cómo podrán quedar viudas la Lingüística, la Redacción, la Ortografía, la Gramática: esas cultas señoras con las que tuvo usted tan profundos y duraderos amores?

¿Quién le dijo que puede marcharse y dejar en su lugar algún sinónimo, como si hubiera un vocablo capaz de reemplazarlo? ¿Y quién podrá quitarle a usted la tilde que lo hace un hombre agudo y llano al mismo tiempo?
 
No deje que la muerte lo confunda, Profesor, con su anfibología o con simples cambios semánticos o gramaticales: usted siempre seguirá siendo un hombre sustantivo, singular y plural, a la vez, con los adjetivos justo, útil y bueno en el más alto grado, y el verbo en presente del modo indicativo, como le corresponde, por su real vigencia.

Hasta siempre, Profesor. Lo quiero.

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