“¿Perviven manifestaciones
del racismo en nuestra sociedad? ¿Cuáles son sus causas? ¿Cuánto hemos
avanzado? ¿Cuánto nos falta? ¿Cómo debemos enfrentar este fenómeno?”.
A partir de esas
interrogantes se desarrolló anoche la Mesa Redonda de la Televisión Cubana,
con la presencia de reconocidos intelectuales. Sin embargo, el debate no logró
poner “en blanco y negro” ciertos problemas medulares; dicho de otra manera: no
arrojó la suficiente luz sobre ellos, sus causas y consecuencias.
Nadie nace racista. |
Quizás esto tuvo que ver con
la composición del panel, casi exclusivamente integrado por negros y mestizos, algunos
de los cuales, a pesar de su amplísima cultura, dieron la impresión de estar
defendiendo estrechas posiciones de raza, algo inevitable, pues el racismo pesa
demasiado en el subconsciente de quienes lo han sufrido.
Otro hecho que le restó
efectividad al debate fue la ausencia de participación popular, tan
característica de la Mesa… Según se adujo, “no alcanzó el tiempo para trasmitir
las llamadas telefónicas”. Y el público se quedó esperando, ávido de escuchar
preguntas incisivas, criterios inteligentes, sugerencias y aportaciones; en
fin, la libre, desenfadada y civilizada opinión de los cubanos de hoy.